miércoles, 23 de abril de 2025

Problemas con la moda del Salmo 91:

 Problemas con la moda del Salmo 91:


“Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” Salmo 27:4.


Existen dos Salmos, quizás los únicos, bien conocidos, y que son manejados habitualmente, hasta por personas que no podríamos considerar seriamente religiosas ni interesadas auténticamente con la espiritualidad, el 23 y el 91. Este último, en particular, ha reforzado su fama e instrumentalización en medios densos, en las últimas décadas, así que, tenemos algunas cosas que decir sobre estas prácticas. Lo que en general, nos va a contextualizar para resaltar algunos correctivos, aplicables a la exégesis general, de todos los Salmos.


Leemos, sobre el Misterio, de cómo se manifestó El Espíritu de Jesucristo, en el espíritu de los profetas, estas extrañas revelaciones, en la Epístola de Pedro: “De la cual salud los profetas (que profetizaron de la gracia que había de venir en vosotros), han inquirido y diligentemente buscado,escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos; el cual antes anunciaba las aflicciones que habían de venir al Cristo, y la gloria después de ellas” 1ra Pedro 1:10-11.


Al hacer la exégesis de los Salmos, más que en casi cualquier otro libro del Tanaj, tenemos que tener siempre presente lo que vamos a puntualizar a continuación, ya que, en estos, Cristo se reveló de un modo casi exclusivo, que no se halla en el resto de las profecías sobre Sí Mismo, o en general, en el resto del corpus del Texto Sagrado. Lo vamos a explicar metódicamente para evitar confusiones. 


A lo que nos referimos es a lo siguiente; en los Salmos, Jesucristo se permite hablar desde la perspectiva de Su Humanidad, desde la boca del profeta, EN 1RA PERSONA, como si el profeta estuviese experimentando, en tiempo real, lo que Cristo iba a vivir en su vida humana terrenal. El caso más conocido de este fenómeno es el Salmo 22, pero no es el único, y no es el objeto de esta publicación referenciar todos los lugares en que se da esta impresionante forma de profecía.


En los Salmos se dan las relaciones entre interlocutores que vamos a clasificar a continuación:


  • El Padre hablando al Hijo en su trascendencia pre-encarnada.

  • El Padre hablando al Hijo en su proceso de encarnación.

  • El Padre hablando al Hijo en Su Humanidad encarnada.

  • El Padre hablando al Hijo en Su Humanidad descarnada.

  • El Padre hablando al Hijo en su Divina-Humanidad, en su proceso de resurrección-ascensión-glorificación-reinado-guerra victoria sobre sus enemigos.

  • El Hijo en Su condición de Rey-Sacerdote Humano-Divino Glorificado hablando a la humanidad.

  • Dios hablando al género humano en general.

  • Dios hablando al individuo.

  • El Hijo hablando al Padre desde Su Humanidad en Su Trascendencia.

  • El Hijo hablando al Padre en su proceso encarnante.

  • El Hijo hablando al Padre desde Su Humanidad, durante Su Realización Humana.

  • El Hijo hablando al Padre en su viaje por el inframundo en su condición desencarnada.

  • El Hijo hablando al Padre, luego de su resurrección, en su glorificación, ascensión, triunfo y reinado.

  • La humanidad hablando a Dios.

  • El individuo hablando a Dios.

  • Otras interlocuciones, como a los condenados en algunos de sus tiempos-espacios.

  • Dios al Hombre de Pecado, el Inicuo, personificado primeramente en Judas.

  • Dios, El Padre, el Hijo en distintos tiempos-fases de Su Realización hablando a algún aspecto de la Creación (Mundos o Ángeles).


Estas distintas relaciones de interlocutores hay que tenerlas bien presentes a la hora de tratar de hacer exégesis de un Salmo. Sobre todo en lo que concierne a LAS PROMESAS, que es el tema que nos ocupa en esta ocasión.


Es sabido que en el movimiento modernista protestante conocido como: LA PALABRA DE FE, la Nueva Reforma Apostólica (N.A.R), “evangelio” de la “prosperidad”, etc; aunque eventualmente apele a soportar su sistema de pre-suposición de derechos sobre “grandes promesas a reclamar”, en algunos pasajes del Nuevo Testamento, en la gran mayoría de los casos, hay preferencia por dirigir la atención, hacia el Antiguo Pacto, en el que encuentran, más pasajes que pueden ser torcidos para enfocar la atención del adepto, en adquisición de BIENESTAR TERRENAL; sobresaliendo para este propósito: Salmos y Proverbios. 


Podemos, perfectamente, discernir una zona de convergencia entre este espíritu, y el que se detecta, en las escuelas de pseudo “kabala” efectista, Ma-Asit, etc, donde, se clasifican Santos Nombres según fechas, con referencia a Salmos, o pasajes de la Escritura, con Promesas, instruyendo a los incautos, a pronunciar tal Letra, Nombre, según el caso, para obtener tal o cual cosa; y, obviamente, al mundo del panteísmo impersonalista, mentalismo, “El Secreto”, etc, según el cual, reclamando los derechos de “nuestra presunta divinidad intrínseca”, somos herederos, per se, de toda clase de beneficios extravagantes, a ultranza, y sin otra condición que, reconocer nuestra “unidad” con “El Todo”, “El Universo”, etc.


En lo que respecta al Salmo 91, la influencia de este espíritu corruptor, salto, de las vidrieras de las escuelas que acabamos de enumerar, al gran público, de entre los que destacan, los “católicos” de base. Cuidado, no tenemos ninguna intención de menospreciar esta religión y su magisterio, como religión en sí, sino, las “doctrinas” que fácilmente se masifican en el conglomerado informe de una multitud que profesa estar afiliado a esta forma de cristianismo, pero, que carece de todo sentido de religiosidad auténtica, ni de búsqueda del Conocimiento de Dios, mucho menos, de a Dios mismo.

En la psicología de estos “católicos folklóricos” siempre, sin fallo, subyace EL MIEDO; miedo a perder, miedo a la muerte, miedo a la brujería, miedo a la pobreza, etc; y esa es el ancla justa, por donde estas profanaciones, encuentran su asidero perfecto. Se les habla de este Salmo como “LA ORACIÓN MÁS PODEROSA”, como se les hace con algunas novenas, letanías, estampas-talismanes, etc. Un tema parecido se impuso hasta hace unos años, en los medios “kabalísticos”, con la moda de la tal: “ANA BECOA”, que, erróneamente fue tenida por el Santo Nombre de 42 Letras (acerca del cual, la tradicion cabalistica, proclama grandiosas promesas, para su conocedor).


NO HAY NINGUNA ORACIÓN PODEROSA, la simple presunción de tal cosa revela una carencia profunda de Reverencia y de limpia intención en el usuario, un vacío Teológico y un error de percepción. La “oración” NO ES PODEROSA, El Poderoso Es DIOS, solo Él. Las oraciones pueden ser válidas y efectivas, si y sólo si, el emisor entiende medianamente ante Quien se está presentando, y, solo si su solicitud se ajusta al Propósito Divino Predeterminado. Por ello, los más sabios, incluyendo al Mesías, han advertido de no hacer largas oraciones, y en pedir lo menos posible. Para salvar esta dificultad, Cristo, nos compuso Su Oración recomendada, El Padre Nuestro, en la que, se ajustan todos los parámetros, es corta, comienza con la Bendición del Nombre Divino, se concentra en peticiones de orden espiritual-trascendente y escatologico (para los que entienden), y de paso, se nos recomienda, efectuarla EN SECRETO.


En lo que respecta al Salmo 91, el 75% de sus Promesas son dirigidas EXCLUSIVAMENTE AL MESÍAS. Esta realidad, difícil de digerir, amerita humildad. Aunque, en la grandiosa revelación del Nuevo Pacto, se nos revela, a la humanidad en general, al corpus de los redimidos, que ellos llaman “La Iglesia”, una cantidad impresionante de grandiosas promesas, la mayoría, sino todas, de naturaleza trascendente, estas, la realización y cumplimiento de estas Glorias, están supeditadas, al grado de participación que los individuos tengan en El Cuerpo de Cristo, osea, en el Misterio de la Unificación de La Novia-Esposa con El Hijo.


En el conocido pasaje de la tentación del Diablo a Cristo, que aparece en Mateo capítulo 4, podemos observar algo muy interesante, el Salmo que Satanás usa para tentar a Jesus, es justo este: “Entonces el diablo le llevó a la ciudad santa, y le puso sobre el pináculo del templo,  y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: “a sus angeles te encomendara, y: “en las manos te llevarán, no sea que tu pie tropiece en piedra”(citando Salmo 91:11) .Jesús le dijo: también está escrito: ``no tentarás al Señor tu Dios” Mateo 4: 5-7. Notemos que el enemigo, sabe perfectamente que el Salmo refiere a Él de forma especial, por lo que trata de apelar al sentido de EGO FALSO, que el erroneamente presupone que podía activar en Él, el sentimiento de considerarse con ciertos privilegios legítimos por encima del resto de la humanidad, justificados por la grandeza de su destino y propósito.¿Coincidencia?, no lo creemos.


““En el comienzo Dios creó”. Esto contiene el primero de todos los preceptos, es decir, el temor del Señor, como está escrito: “El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría”[Salmo 111:10], así como: “El temor del Señor es el comienzo del conocimiento”[Proverbios 1:7]. Es el comienzo y la entrada de la fe, y sobre este precepto se halla establecido el mundo todo. Hay tres tipos de temor: Dos no tienen propiamente raíz, mientras el tercero es el temor real. Hay el hombre que teme al Santo, Bendito Sea, para que sus hijos puedan vivir y no morir, o para que no sea castigado en su cuerpo o en sus posesiones; y se halla, así en temor constante. Evidentemente este no es el temor genuino a Dios. Otro hombre teme al Santo, Bendito Sea, porque siente terror del castigo en el otro mundo y de las torturas de la Guehena. Es este un segundo tipo de temor no genuino. El tipo genuino es el que hace que un hombre tema a su Amo, porque Él es un Gobernante Poderoso, la Roca y el cimiento de todos los mundos, ante El cual todas las cosas existentes nada son, como se ha dicho: “Y todos los habitantes de la tierra son como nada”[Daniel 4:35], y colocan su meta en ese lugar que se llama Yirá (Temor).” Sefer Ha Zohar, Prólogo 45.







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