SEFER HA ZOHAR, PARASHAT VAYAKHEL: RIOS DEL EDEN, RIOS Y RUEDAS DE
FUEGO DEL TRONO, PARAISOS SUPERIORES E INFERIORES, PURGACIONES DE LAS ALMAS Y
MINISTERIO EXPIATORIO Y SACERDOTAL DEL MESIAS (CRISTO) EN LA REVELACION
CABALISTICA TRADICIONAL JUDAICA:
Hay, además, en
el centro del conjunto de los cielos, una puerta que se rama Gbilon. Debajo de
esta puerta hay setenta otras puertas, con setenta capitanes que mantienen
guardia, a una distancia de dos mil codos de ella, de modo que nadie se le
pueda acercar. Desde esa puerta hay, además, una senda que asciende cada vez
más alto, hasta que alcanza el Trono Divino. La misma puerta da acceso a todas
las regiones del cielo hasta la puerta que se llama Magdon, donde está el fin
del cielo que se extiende sobre la Tierra de Israel. Todas las setenta puertas
que están inscriptas sobre la puerta llamada Gbilon, se llaman "puertas de
justicia" y se hallan bajo el control directo de' Trono Divino, y ningún
otro poder. Es a través de estas puertas que el Santo suministra a la Tierra de
Israel todo lo que necesita; y es del residuo de dicha provisión que los
Capitanes toman y transmiten a todos los capitanes inferiores. En conexión con
el firmamento que está encima del Paraíso inferior hay misterios sublimes.
Cuando el Santo estuvo por hacer el firmamento, tomó fuego y agua de Su Trono
de Gloria, los fusionó en uno, y de ellos hizo el firmamento inferior, que se
expandió hasta alcanzar el área del Paraíso Inferior, donde se detuvo. Entonces,
el Santo, Bendito Sea, tomó del cielo santo y superior; fuego y agua de otra
especie, tales que ambos son y no son, ambos descubiertos y no descubiertos. De
ellos hizo otra expansión de cielo que extendió sobre el Paraíso inferior donde
se junta con el firmamento. Esa expansión del cielo, encima del Paraíso
inferior, despliega cuatro colores: blanco, rojo, verde y negro y, en
correspondencia, contiene cuatro puertas en sus cuatro lados. Estas cuatro
aberturas forman un pasaje para cuatro radiaciones de luz. En el lado derecho
dos luces brillan a través de dos puertas, una a través de la puerta de la
derecha y una a través de la opuesta. Dentro de la radiación de luz de la
derecha se levanta una letra con fulgor centelleante, a saber, la letra Mem.
Esta letra se mueve hacia arriba y abajo continua-mente, sin descansar nunca en
un punto. Dentro de la radiación de luz opuesta se levanta similarmente con
fulgor centelleante la letra Resch, que, sin embargo, ,en ocasiones asume la
forma de la letra Bet. Esta, de manera análoga, se mueve siempre arriba y
abajo, revelándose unas veces y permaneciendo oculta otras veces. Cuando el
alma de un hombre justo entra en el Paraíso Inferior, estas dos letras emergen
de en medio de esa radiación y aparecen encima de esa alma, donde continúan
levantándose y cayendo. Entonces, de las mismas dos puertas emergen de lo alto
dos legiones, una a cargo de Mijael, el gran príncipe, y la segunda bajo el
gran capitán que se llama Bao, que es el noble asistente llamado Rafael. Estas legiones
descienden y se detienen encima del alma, a la que saludan con las palabras:
"que tu llegada sea paz, él entró en paz, él entró en paz". Las dos
letras vuelven entonces a su lugar y son absorbidas dentro de la radiación que
pasa a través de esas dos puertas. De manera similar, a través de las otras dos
puertas, la de la izquierda y la del oeste, pasan dos radiaciones de luz, desde
las cuales se proyectan otras dos letras llameantes y centelleantes, es decir,
una Guimel y una Nun. Cuando las dos letras anteriores re-toman a su propio
lugar, las dos letras llameantes que acabamos de mencionar emergen en medio de
su iluminación circundante y aparecen encima de esa alma. Entonces, nuevamente,
emergiendo de los otros portales, salen otras dos legiones, una a cargo del
gran jefe Gabriel y la otra a cargo del gran jefe Nuriel. Estas se fijan encima
del alma mientras las letras retornan a su lugar Después, estas dos legiones
entran en cierto oculto Palacio en el Jardín, llamado Ajalot, que literalmente
significa áloe. Allí está la oculta acumulación de las doce variedades de
especias suaves que la Escritura enumera, "Nardo y Azafrán, caña aromática
y canela..." Cantar de los Cantares 4:14, que son las doce variedades de
especias del Paraíso Inferior. También está allí el repositorio de todas las
vestiduras con las cuales son revestidas las almas de los hombres, cada una de
acuerdo a su mérito. En cada vestidura están inscriptas todas las buenas obras
que un hombre hizo en este mundo y en cada caso se hace una proclamación, que
dice: "Esta vestidura pertenece a tal y cuál" (“Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque
las acciones justas de los santos son el lino fino” Apocalipsis 19:8); después de
esto es revestida con ella el alma del justo en el Paraíso, de modo que llega a
ser una réplica de la personalidad del hombre mientras se halla en este mundo.
Esto tiene lugar a no menos de treinta días de la muerte del hombre, pues en
los primeros cuarenta días toda alma debe pasar por la corrección antes de entrar
en el Paraíso (“Después de ayunar cuarenta días y
cuarenta noches, tuvo hambre” Mateo 4:2), como ya se asentó en otra parte. Después de la purificación recibe
su vestidura, en virtud de la cual se la asigna entonces a su lugar apropiado.
Entonces desaparecen todas las letras y legiones. Y bien, el firmamento sobre
el Paraíso Inferior gira dos veces por día bajo el ímpetu del otro firmamento
que le está ligado. Pero en este firmamento están grabadas todas las letras del
alfabeto en varios colores y cada letra destila del rocío celestial sobre el
Jardín. Es en este rocío que las almas se bañan y recuperan después de su previa
inmersión en el río de fuego para la purificación. Ese rocío desciende de una
fuente de en medio de las letras que están graba-das en ese firmamento, y estas
letras contienen en miniatura el todo de la Torá. Ese firmamento forma el aspecto
esotérico de la Torá, pues está hecho del fuego y el agua de la Torá misma De
ahí que hacen descender su rocío sobre todos aquellos que en este mundo se
dedican al estudio de la Torá por su propio mérito. Las palabras de sus estudios
están inscriptas en el Paraíso, de donde ascienden hacia ese firmamento en el
que reciben de esas letras ese rocío del cual se nutre el alma del hombre bueno
(“para santificarla, habiéndola
purificado por el lavamiento del agua con la palabra” Efesios 5:26). Así, la Escritura dice: Descenderá como lluvia mi doctrina;
destilará como el roció mi discurso" Deuteronomio 32: 2. En el centro de
ese firmamento hay una abertura directamente frente a la abertura del Palacio
superior en lo alto, y formando el paso a través del cual las almas se elevan
desde el Paraíso Inferior al Paraíso Altísimo mediante una columna que está
fijada en el Paraíso Inferior y que llega hasta la puerta en lo alto (“pasaré entonces a las visiones y
revelaciones del Señor. Conozco a un
hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera
del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o
fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe) que fue arrebatado al paraíso, y escuchó
palabras inefables que al hombre no se le permite expresa” 2 Corintios 12:1-4). Hay, además, una columna de luz, formada de una combinación de
tres luces de tres colores diferentes, que irradian hacia arriba desde la
abertura en el centro de ese firmamento, iluminando así esa columna con una luz
de muchos matices. Así, ese firmamento centellea y resplandece con un número de
deslumbrantes colores. Los justos son iluminados por el reflejo de ese resplandor
superior, y en cada Novilunio la gloria de la Schejiná, según se revela en ese
firmamento, trasciende al de otras ocasiones. Entonces se acercan todos los justos
y se prosternan ante ella. Feliz es la suerte de todo aquel que es encontrado digno
de las vestiduras en las que están vestidos los justos en el Jardín del Edén. Estas
vestiduras están 'hechas de las buenas acciones efectuadas por un hombre en
este mundo en obediencia a los mandamientos de la Torá (“Y oí una voz del cielo que decía:
Escribe: ``Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el
Señor. Sí--dice el Espíritu-- para que descansen de sus trabajos, porque sus
obras van con ellos.” Apocalippsis 14:13).
En el Paraíso inferior el alma del hombre se halla así sostenida por esas
acciones y se halla vestida en vestiduras de gloria hechas de ella. Pero cuando
el alma asciende a lo alto a través de ese portal del firmamento, otras
vestiduras preciosas le son suministradas. Estas son de un orden más exaltado,
hechas del celo y la devoción que caracterizaron a su estudio de la Torá y a su
plegaria. Pues cuando ese celo asciende a lo alto se hace de él una corona para
coronarlo. Pero, algo de ese celo queda como la porción del hombre, de la cual
se hacen vestiduras de luz para el alma a fin de vestirla cuando haya ascendido
a lo alto. Las primeras vestiduras, como dijimos, dependen de sus acciones,
pero éstas dependen de su devoción de espíritu, de modo de calificar a su dueño
para unirse a la compañía de los ángeles y espíritus santos “(y el que es justo, practique la
justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo
pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”
Apocalipsis 22:11-12). Esta es la
exposición correcta del asunto, !según la Lámpara Sagrada la aprendió de Elías.
Las vestiduras del Paraíso Inferior están hechas de las acciones del hombre;
las del Paraíso celestial están hechas de la devoción y seriedad de su espíritu.
Está escrito: "Y un río salía de Edén para irrigar el jardín..."
Génesis 2:10 Es importante conocer la fuente y origen del río que salió de Edén
al Jardín Inferior. Edén mismo es de lo más recóndito, y a ningún ojo le está
permitido verlo. La razón intrínseca de ello es que si se hubiera autorizado
que se descubriese el Edén Inferior, la posición del Edén más alto también se
habría vuelto descubriele. Por eso, a fin de que el Edén Altísimo permaneciera
envuelto en santo misterio, el Edén Inferior, del cual salía un río, también ha
de ser enteramente oculto, y así permanece oculto, aun para las almas del mismo
Jardín del Edén. Y bien, como ese río fluye de Edén para irrigar .el Jardín,
así del portal en el centro del Jardín emerge una corriente de luz que se
divide en cuatro secciones que irradian en cuatro direcciones, pasando por los
cuatro antes mencionados portales, e iluminando las letras inscriptas. Estos
cuatro rayos salen de Edén, en el Punto inferior que brilla opuesto al Punto
celestial. Ese punto está iluminado y se transmuta en Edén, la fuente de la
luz. Nadie puede ver ni conocer ese Punto mismo, y sí solamente la luz que de
él irradia, ante la cual los justos en el Jardín del Edén se prosternan, como
ya se dijo. Ese Punto Inferior es a su vez Jardín en relación al Edén
Celestial, lugar que nadie puede conocer o percibir. Acerca de esto está
escrito: "Ni ojo de nadie ha visto un Dios fuera de Ti" Isaías 64: 3.,
que es una alusión al santo Punto Inferior, que es el único que tiene
conocimiento del Edén Inferior que está oculto en el jardín, y nadie existe que
tenga conocimiento de ello. Además; "fuera de ti, oh Dios" alude al
Edén Altísimo que es idéntico con el misterio del mundo por venir (“Después me mostró un río limpio de agua
de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del
Cordero. En medio de la calle de la
ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce
doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad
de las naciones.” Apocalipsis 22:1-2), con el
principio que conoce el Punto inferior, no conociéndolo nadie salvo Elohim, el
Uno que asciende siempre más alto al Infinito (En-sof) .El río que sale del
Edén Inferior es un misterio que solamente conocen los iniciados y al cual
aluden las palabras: "y él saciará tu alma en tiempos de sequía" Isaías
58:11. El alma que abandona este mundo oscuro anhela la luz del mundo superior.
Exactamente como el hombre sediento anhela agua, así el alma tiene sed del brillo
de la luz del jardín y el firmamento. Las almas están allí sentadas junto al ría
que fjuye del Edén; ellas encuentran descanso allí mientras están envueltas en las
vestiduras etéreas. Sin estas vestiduras no serían capaces de resistir la deslumbrante
luz de alrededor; pero protegidas por esa envoltura hállanse cómodas y beben
hasta saciarse: de esa radiación sin ser abrumados por ella. Es el río que torna
a las almas aptas y capaces de celebrar y gozar esa radiación (“pero el que beba del agua que yo le daré,
no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una
fuente de agua que brota para vida eterna” Juan 4:14) . El río celestial lleva a las almas que vuelan al Jardín; el río
inferior en el jardín terrenal, por otra parte, forma las almas y las hace
aptas y capaces para gozar esas radiaciones y para ascender así al Paraíso
Celestial a través de la abertura central del firmamento y por la columna que
se levanta en el centro del Paraíso Inferior. Esa columna está envuelta en nube
y humo y resplandores brillantes; la nube y el humo la rodean por fuera a fin
de que quienes ascienden al Paraiso Superior no sean vistos por los que quedan
abajo. En esto está involucrada una muy recóndita doctrina. Cuando el Santo,
Bendita Sea, deseaba adornar el "Punto Supremo" con Schabats y
festividades y días de ceremonial, Él envió el Aguila con los cuatro rostros
que se fijó en el Templo llamado "Libertad" (dror). Así en el año del
Jubileo hemos de proclamar libertad, como leemos, "y proclamaréis libertad
(dror)" Levítico 25: 10. Estos cuatro rostros emiten un sonido inaudible
para cualquiera, salvo para las almas que son dignas de ascender al Paraíso
superior. Estas son congregadas allí y tomadas por el águila de cuatro rostros,
que las hace ascender por el camino de la columna central. En este momento la
otra columna se eleva, la columna de nube y fuego y humo, con luz brillante en
el interior Tan pronto como las almas
llegan a la puerta del firmamento, éste gira tres veces en torno del Jardín del
Edén como produciendo con ello una música a tal punto suave que todas las almas
salen y escuchan y miran el levantarse de la columna de fuego y nube y humo y
brillo resplandeciente, ante lo cual todas se prosternan. Después de esto las
almas ascienden a través de ese portal hasta entrar dentro del Punto Supremo (Keter), donde ven vistas maravillosas, y en su éxtasis vuelan hacia
arriba y hacia abajo, retirándose y acercándose una a otra. El Punto supremo,
por su lado, las añora y se adorna con esplendor (“Antes bien, como está escrito: Cosas
que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que
Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por
el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu
de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu
que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,” 1
Corintios 2:9-11). Entonces un Justo (Cristo) en lo alto se pone vestiduras de celo, vigila el fulgor y la
gracia del Punto Supremo y su adorno. Lo toma y lo levanta hacia sí, de manera
que el resplandor se junta con resplandor y ambos se vuelven uno (“para que todos sean uno. Como tú, oh
Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el
mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste les he dado, para que
sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los
amaste tal como me has amado a mí.” Juan 17:21-23). En ese momento todas las huestes del cielo prorrumpen en coro,
diciendo: "Felices sois vosotros, ola justos, que observáis la Torá;
felices sois los asiduos en el estudio de la Torá, tanto más que el gozo de
vuestro Amo está en vosotros y la corona de vuestro Amo la modeláis
vosotros" (“Y
cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona inmarcesible
de gloria” 1 Pedro 5:4) (“Al que venciere, yo le daré que se
siente conmigo en mi trono; así como también yo he vencido, y me he sentado con
mi Padre en su trono” Apocalipsis 3:21). Y
bien, después de que fulguración y fulguración se han juntado en una, una
radiación de múltiples matices desciende para alternar con las almas de los
justos, y las entreteje en una corona del Trono Divino (“Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con
Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros
también seréis manifestados con El en gloria” Colosenses 3:2-4). Acerca de esto, dice la Escritura: "Ni ojo de nadie ha
visto un Dios fuera de Ti, que haga así por quienes esperan en él" Isaías 64:3.
R. Simeón dijo: Está escrito: "Y por encima de las cabezas de los seres
vivientes había la semejanza de una expansión, como el resplandor de un cristal
terrible, extendida por encima, sobre sus cabezas" Ezequiel 1:22 . Este
versículo ya se explicó de cierta manera (“Vi también como un mar de cristal mezclado
con fuego, y a los que habían salido victoriosos sobre la bestia, sobre su
imagen y sobre el número de su nombre, en pie sobre el mar de cristal, con
arpas de Dios.” Apocalipsis 15:2). Pero hay
firmamento y firmamento. Hay un firmamento inferior que descansa sobre las
cuatro Bestias Santas inferiores, de donde se extiende y comienza a tomar la
forma de una figura femenina detrás de una figura masculina: esto está
esotéricamente implicado en el pasaje que dice "y tú verás Mis espaldas,
pero Mi rostro no será visto" Exodo 33: 23, y también "me has cercado
por detrás y por delante v has puesto sobre mí Tu palma" Salmos 139: 5, y
luego en las palabras "y tomó una de sus costillas" Génesis 2:21 ;(“ Ahora vemos por espejo, oscuramente;
mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces
conoceré como fui conocido.” 1ra Corintios 13:12) y hay un firmamento superior que descansa sobre las cuatro Bestias
Santas superiores, de donde se extiende y toma la figura de un varón, muy
recóndita (“Nadie
ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le
ha dado a conocer.” Juan 1:18). De estos dos
firmamentos uno se llama "confín del cielo", y el otro se llama
"desde el confín del cielo" Deuteronomio 4:32 . "Las cabezas de
las creaturas vivientes" se refiere a las cuatro Bestias Santas inferiores
que están inscriptas encima de las cuatro letras grabadas en el lado interno de
los cuatro portales del Jardín del Edén. Y bien, aunque hemos dicho que el Edén
Inferior está sobre la tierra, y efectivamente es así, el asunto, sin embargo,
es muy recóndito. Pues el hecho es que el Punto Supremo antes mencionado tiene
su parte en el mundo inferior tanto como en el mundo superior. El Jardín
Inferior es la porción de ese Punto a través de la cual se comunica gozosamente
con las almas de los justos sobre la tierra, y así se llena de deleite
celestial y terrenal, en comunión arriba con el Justo y abajo con el producto
del Justo (las almas de los justos) (“y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo
hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de El, repito, ya
sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.” Colosenses 1:20). El Jardín es una emanación del Punto llamado Edén. "Las
cabezas de las creaturas vivientes", que tienen cada una cuatro rostros,
de león, de buey, de águila y de hombre, abarcando este último a todos los
demás, como está dicho: "y la semejanza de sus rostros era cara de
hombre" Ezequiel 1:10 , son idénticas con los cuatro "brazos de los
ríos" Génesis 2:10; y son quienes
sostienen el Trono Divino (“Delante del trono había como un mar transparente semejante al
cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes
llenos de ojos por delante y por detrás.” Apocalipsis 4:5) y como consecuencia del peso de esta carga exudan transpiración;
y de esta transpiración se formó el Río de Fuego (nehar dinur). del cual está
escrito "un río de fuego corría y salía de delante de él, y miríadas de
miríadas ministraban ante Él" Daniel 7:10. Las almas de los hombres antes
de ascender al Paraíso están inmersas en ese "río de fuego", donde
son purificadas sin ser consumidas. Ocurre con el alma como con una. vestidura
hecha de la piel de una salamandra. Tal vestidura, en razón de tener su origen
en el fuego, solamente puede ser purificada en fuego; solamente el fuego tiene
el poder de purificarla de sus impurezas. Porque el alma efectivamente se
origina en fuego y es una emanación del Trono Divino, del cual está escrito
"su trono era llamas de fuego" Daniel 7:10. Así, para ser limpiada de
sus impurezas ha de pasar por fuego. De modo que solamente el fuego tiene la
virtud de consumir toda contaminación en el alma y hacer que ésta emerja pura y
blanca (“Ahora bien, si
sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno, paja, la obra de cada uno se hará
evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el
fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. Si permanece la obra de alguno que ha
edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. Si la obra de alguno es consumida por el
fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.”
1 Corintios 3:12-15). Pero no se
ha de pensar por esto que el alma no pasa por penitencia. Pues, en realidad,
desdichada el alma que ha de soportar un fuego extraño, aunque con esto se
purifique y se haga blanca. Y más aún, desdichada es el alma que está muy
contaminada, pues tal alma habrá de pasar por el fuego dos veces para salir pura
y blanca. Primero, el alma es llevada a un lugar llamado Ben-Hinom, que se llama
así porque está en el interior de la Guehena, donde las almas son limpiadas y
purificadas antes de que entren en el Paraíso Inferior. Dos ángeles mensajeros permanecen
a la puerta del Paraíso y llaman en alta voz a los capitanes encargadas de ese
lugar en la Guehena, convocándolos para recibir esa alma, y durante todo el
proceso de la purificación (purgatorio de la ortodoxia católica) continúan pronunciando en alta voz la palabra "Hinom".
Cuando el proceso está completo, los capitanes sacan el alma de la Guehena y la
conducen a la puerta del Paraíso y dicen a los ángeles mensajeros de allí:
"Hinom (literalmente, aquí están), ved, aquí está el alma que ha salido
pura y blanca". Entonces el alma es traída al Paraíso. ¡Cuán quebrantada está
esa alma después de su prueba en el fuego infernal! Pues, aunque éste ha descendido
de lo alto, cuando alcanza a la tierra abajo ya no es tan refinado y produce al
alma sufrimiento intenso, y la deja debilitada y quebrantada. Entonces Dios
hace que los rayos del sol (Tiferet) penetren a
través de las cuatro aberturas del firmamento encima del Paraíso, y que arroje
sus rayos sobre esa alma y la cure (“Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz,
es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.” 2da Corintios 4:6”). De esto dice la Escritura: "Pero, para vosotros que teméis
Mi Nombre, se levantará el sol de justicia, trayendo salud en sus alas"
Malaquías 3:20 El alma ha de pasar una
segunda prueba en su pasaje del Paraíso Inferior al Paraíso Superior. Pues en
el Paraíso Inferior no está aún enteramente purificada de las materialidades de
este mundo, corno para que cuadre su ascenso a lo alto. Así, pasa a través de
ese "río de fuego" del cual emerge completamente purificada y llega a
la presencia del Soberano del universo beatificada en cada aspecto (“Por tanto, amados, teniendo estas
promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2da Corintios 7:1). También los rayos de la luz celestial favorecen su cura. Este es
su estadio final. En este estadio las almas permanecen vestidas en su indumento
y adornadas con sus coronas ante su Amo (“Pero cuando el rey entró a ver a los
comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda, y le dijo: ``Amigo, ¿cómo entraste aquí sin
traje de boda? Y él enmudeció. Entonces
el rey dijo a los sirvientes: ``Atadle las manos y los pies, y echadlo a las
tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, pero pocos son
escogidos..” Mateo 22:11-14) Feliz es la
suerte de los justos en este mundo y en el mundo por venir. Las almas en el
Paraíso Inferior, a cada Novilunio y a cada día de Schabat andan en torno y
ascienden al lugar que se llama "Muros de Jerusalem", donde hay una gran
cantidad de capitanes y legiones que montan guardia, como está escrito: "sobre
tus muros, oh Jerusalem, he puesto centinela" Isaías 62: 6. (“Así que me llevó en el Espíritu a una
montaña grande y alta, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía
del cielo, desde la presencia de Dios. Resplandecía de la gloria de Dios y brillaba
como una piedra preciosa, como un jaspe tan transparente como el cristal. La muralla de la ciudad era alta y ancha, y
tenía doce puertas vigiladas por doce ángeles.” Apocalipsis 21:10-12) (“Vosotros,
en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la
Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, 23a la asamblea general e iglesia
de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de
todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos” Hebreos 12:23-24) Ellos suben hasta ese lugar,
pero no entran en él hasta su completa purificación.(“ La ciudad no tiene necesidad de sol
ni de luna, porque la gloria de Dios ilumina la ciudad, y el Cordero es su luz.
Las naciones caminarán a la luz de la
ciudad, y los reyes del mundo entrarán en ella con toda su gloria. Las puertas nunca se cerrarán al terminar el
día porque allí no existe la noche. Todas las naciones llevarán su gloria y
honor a la ciudad. No se permitirá la
entrada a ninguna cosa mala[f] ni tampoco a nadie que practique la idolatría y
el engaño. Solo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de
la vida del Cordero.” Apocalipsis 21:23-27) Allí se prosternaban extáticamente de lá radiación celestial, y
luego retornan al Paraíso. A veces también salen, merodeando por el mundo y
viendo los cuerpos de los pecadores experimentando su castigo.(“ Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado
por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.Y
en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,
y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le
dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males;
pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una
gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que
quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.” Lucas
16:22-26) Así la Escritura dice: "Y
saldrán, y mirarán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra Mi;
pues su gusano no morirá y su fuego nunca se apagará; y serán un objeto de
abominación para toda carne" Isaías 66:24 (“ Y si tu mano te es ocasión de pecar,
córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al
infierno, al fuego inextinguible, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego
no se apaga” Marcos 9:43-44) Continúan
revoloteando, lanzando su mirada a los que son víctimas de dolor y enfermedad,
que sufren por su fe en la unidad de su Amo. Entonces regresan y hacen saber
todo esto al Mesías. Cuando el Mesías oye del gran sufrimiento de los hijos de
Israel en su dispersión, y de los malvados de entre ellos que no buscan conocer
a su Amo, solloza en alta voz por esos malvados, como está escrito: "Pero
él fue traspasado por causa de nuestras transgresiones, quebrantado por causa
de nuestras iniquidades" Isaías 53:5 (“Hijitos míos, os escribo estas cosas para que
no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo
el justo. El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros, sino también por los del mundo entero.” 1ra Juan 2:1-2) . Entonces las almas retornan a su lugar. El Mesías, por su parte,
entra en cierta Sala en el Jardín del Edén, llamada la Sala de los Afligidos.
Allí se lamenta por las enfermedades y dolores y sufrimientos de Israel, y pide
que se abatan sobre él, cosa que hacen. (“ Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los
hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para
que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; para que se muestre
paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado
de debilidad;” Hebreos 4:14, 5:2) Y si no fuera
que éI de esta manera alivia la. carga de Israel, tomándola él mismo, nadie
podría resistir los sufrimientos que afectan a Israel como expiación por su descuido
de la Torá. Así, la Escritura dice: "Seguramente él ha llevado nuestros padecimientos..."
(“por cuanto todos pecaron y no alcanzan
la gloria de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como
propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia,
porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos
anteriormente, “ Romanos 3:23-25) Isaías 53:4 Una
función similar desempeñó R. Eleazar aquí, sobre la tierra. Porque en verdad
exceden a todo número los castigos que esperan a cada hombre diaria-mente por
el descuido de la Torá, todos los cuales descendieron al mundo cuando la Torá
fue dada. Mientras Israel se hallaba en Tierra Santa, evitaba todas las malas
enfermedades y aflicciones del mundo mediante el servicio y los sacrificios del
Templo. Ahora es el Mesías el medio de que la humanidad las aleje (“Ahora bien, el punto principal de lo
que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la
diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de
aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo
sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo
cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. Así que, si
estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes
que presentan las ofrendas según la ley; los cuales sirven a lo que es figura y
sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a
erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira,
haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. Pero
ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin
defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque
reprendiéndolos dice: He aquí vienen
días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá
un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de
la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en
mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.Por lo cual, este es el
pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré
a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su
prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me
conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus
injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al
primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”
Hebreos 8:1-13) hasta el tiempo en que el hombre abandona este
mundo y recibe su castigo, como ya se dijo. Cuando los pecados de un hombre son
tan numerosos que ha de pasar por los compartimentos más bajos de la Guehena
para recibir castigo más pesado correspondiente a la contaminación de su alma,
se enciende un fuego más intenso para consumir esa contaminación. Con este propósito
los ángeles destructores emplean varas de fuego, de modo de expulsar esa
contaminación. ¡Desdichada el alma que está sometida a tal castigo! Felices son
los que guardan los preceptos do la Torá.
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